¿Alguna vez te has preguntado cómo un Papa se enfrenta a sus desafíos diarios? El Papa Francisco nos explica que “por el hecho de ser Papa, uno no pierde su humanidad”. Al contrario, “ser Papa también es un proceso” en el que “uno va tomando conciencia de lo que significa ser pastor”. Por este motivo, nos invita a pedir al Señor que lo bendiga. Y a rezar “para que el Papa, sea quien sea, hoy me toca a mí, reciba la ayuda del Espíritu Santo, sea dócil a esa ayuda”. Te invitamos a unirte en oración por el Papa, para que en el ejercicio de su misión siga acompañando en la fe a la grey que le ha sido encomendada por Jesús y siempre con la ayuda del Espíritu Santo. «Pidan al Señor para que me bendiga. La oración de ustedes me da fuerzas y me ayuda para que pueda discernir y acompañar a la Iglesia escuchando al Espíritu Santo. Por el hecho de ser Papa, uno no pierde su humanidad. Al contrario, mi humanidad cada día crece más con el santo pueblo fiel de Dios. Porque ser Papa también es un proceso. Uno va tomando conciencia de lo que significa ser pastor. Y en este proceso aprende a ser más caritativo, más misericordioso y, sobre todo, más paciente, como es nuestro padre Dios, que es tan paciente. Puedo imaginar que todos los Papas, al empezar su pontificado, tuvieron esa sensación de susto, vértigo, del que sabe que va a ser juzgado con dureza. Porque el señor a los Obispos nos va a pedir cuenta seriamente. Por favor, les pido que juzguen con benevolencia. Y que recen para que el Papa, sea quien sea, hoy me toca a mí, reciba la ayuda del Espíritu Santo, sea dócil a esa ayuda. Oremos por el Papa, para que en el ejercicio de su misión siga acompañando en la fe a la grey que le ha sido encomendada por Jesús y siempre con la ayuda del Espíritu Santo. Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mí. Y recen por mí. A favor».